El monasterio benedictino de Santa Cristina de Ribas de Sil, es un conjunto monacal católico ya en desuso, situado en el ayuntamiento orensano de Parada de Sil en Galicia. Está enclavado en un paraje a la orilla del río Sil, en el castañar de Merilán, por debajo del monte Varona, en la parroquia de Caxide. Su templo es uno de los mejores ejemplos del románico rural gallego, se realizó entre los siglos XII y XIII. De origen impreciso, los primeros testimonios escritos se remontan a finales del siglo X. Como en otros centros monásticos fundados al abrigo de las encajadas riberas del curso final del río Sil, salpicadas de restos de antiguos asentamientos religiosos de caracter ascético, posiblemente fue considerado inicialmente como un centro eremítico, transformándose posteriormente en un cenobio. Aunque en el no perviva ningún vestigio arquitectónico o epigráfico del edificio original, quedan testimonios ciertos de la presencia del monasterio en la época prerrománica. Fue de los más importantes de la Ribeira Sacra en la Edad Media como atestiguan los restos de vías de comunicación que convergen en dicho lugar.
La fabrica monástica de Santa Cristina de Ribas de Sil, está formada por el templo románico y una serie de dependencias destribuidas en los corredores cubiertos, en torno patio claus-tral. La iglesia del monasterio, representativa de la evolución de las tendencias y canbios estilísticos que se dan cita en los últimos años del siglo XII y principios del XIII, constituye un magnífico expo-nente del esplendor arquitectónico del románico gallego y de la importancia de la labor escultórica de los maestros medievales que trabajaron en su fabrica.
En la actualidad, quedan en pie, la iglesia románica, la torre y una parte del claustro e edificios conventuales mínimamente restaurados y abiertos al público.
La iglesia, orientada hacia el este, presenta una nave única de cinco tramos realizados en arco de medio punto y cubierta con una estructura de madera, en el cruce con la nave transversal se forma un crucero destacado y tres ábsides semicirculares en el testero. El primitivo cuerpo románico de la nave (probablemente destruido), fue sustituido por una nave más estrecha en el primer tercio del siglo XIII, lo que justifica el cambio de estilo hacia el gótico.
La primitiva portada románica que hoy sirve de entrada al claustro. La puerta está en-marcada por una única arquivolta decorada por grandes hojas de col y doble moldura geométrica. Hay figuras sedentes con un libro abierto y en el intradós los símbolos de los evangelistas
Corredor que daba acceso a las dependencias monacales.
Las cinco fotografías se refieren a los epacios medievales del monasterio constituidos por: un claustro que comunicaba las distintas estancias comunes, desaparecieron en época moderna, como parte de la reforma del edificio emprendida en el siglo XVI, tras su incorporación a Santo Este-vo, y fueron sustituidos por dos corredores.
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